Para la responsabilidad y derechos que implica el alquiler de viviendas, surge una práctica común pero legalmente ambigua: compartir copias de llaves.

En ocasiones, hay amigos que son tan cercanos que parecen familia y compartimos con ellos copias de llaves adicionales por conveniencia o seguridad.

Este tipo de prácticas se vuelve muy frecuente entre aquellos que viven lejos de casa y tienen pocas personas cercanas de confianza. Esto también ocurre en el alquiler de viviendas.

¿Pero es legal esta práctica? Conoce qué debes hacer si vas a alquilar tu vivienda y deseas compartir duplicados de llaves con amigos, familiares e inquilinos.

Motivaciones y casos prácticos

Algunos ven entregar una copia de llaves adicional como una ayuda en situaciones de pérdida, mientras que otros simplemente buscan una capa más de seguridad cuando están fuera de la ciudad.

Incluso situaciones cotidianas, como olvidar las llaves dentro de casa, han llevado a acuerdos informales donde amigos y familiares mantienen una copia de llaves para mayor seguridad.

¿Qué hacer al compartir llaves cuando alquilas tu vivienda?

No obstante, Alia Sainz Martínez, quien es abogada y propietaria de una inmobiliaria en Madrid, arroja luz sobre la ambigüedad legal que rodea esta práctica.

Sainz explica que, hasta la fecha, ninguna ley explica quién puede hacer y dar copias de las llaves en un alquiler. Los contratos de arrendamiento rara vez establecen límites claros sobre este tema, dejando a las partes en una especie de limbo legal.

¿Cuáles son las responsabilidades del arrendatario?

Cuando se firma un contrato de arrendamiento, el arrendatario adquiere el derecho legal de usar y disfrutar de la vivienda.

Este derecho incluye el control del acceso a la propiedad y el inquilino no puede ingresar sin autorización, ya que sería considerado un allanamiento de morada, un delito legalmente sancionado.

Sin embargo, la ambigüedad persiste en cuanto a cuántas copias adicionales puede hacer el propietario. Aunque tener una copia de emergencia ahorra tiempo y recursos en situaciones problemáticas, se deben tener en cuenta los riesgos potenciales.

Sainz destaca la responsabilidad del poseedor de las llaves sobre cualquier incidente dentro de la vivienda.

También hace énfasis en la importancia de compartir copias solo con personas de confianza, ya que cualquier daño causado por terceros puede recaer en el poseedor original de las llaves.

Derechos del inquilino y obligaciones al finalizar el contrato

El inquilino puede cambiar la cerradura cuando lo desee por motivos de seguridad personal, sin necesidad de informar al arrendador durante el período de alquiler.

Sin embargo, al finalizar el contrato, el inquilino debe instalar la cerradura original y entregar todas las llaves al propietario. Con esta medida se garantiza la seguridad y que el propietario recupere el control total de la propiedad al finalizar el contrato.

En un mundo donde la práctica común a veces se enfrenta a la ambigüedad legal, compartir copias llaves de viviendas alquiladas se convierte en un delicado equilibrio entre la confianza y la responsabilidad.

Aunque la legislación no proporciona respuestas definitivas, queda claro que la clave está en la precaución y la comunicación abierta entre arrendador y arrendatario.

Por consiguiente, es importante mantener una relación de confianza sólida y entender las responsabilidades que acompañan a la posesión y el uso de una vivienda alquilada.

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